España: Tras las huellas de Grecia

El 5 de Marzo, la Unión Europea presentó el último de sus informes de análisis económico, por lo general cargados de sutiles amenazas. Una vez más se demuestra que Bruselas tiene dos manos. Con una palmea la espalda del ejecutivo español y alaba sus esfuerzos por dejar claro que pone la seguridad de las inversiones extranjeras y la estabilidad presupuestaria por encima de las necesidades de su población, cada vez más empobrecida. Con la mano de pedir, exige nuevas reformas estructurales con especial énfasis en el mercado laboral en general y en la reducción salarial en particular. 

 

Es lógico preguntarse cuáles son las consecuencias sociales de recesiones reiteradas y situaciones económicas críticas mantenidas en el tiempo. Muchos analistas observan que las recetas basadas en la austeridad que promueve la UE son prácticamente iguales, aunque con distinto grado de implantación. Por tanto, parece útil aprender de aquellos que van algunos pasos por delante en este trágico camino, con la intención de identificar posibles amenazas futuras y trazar estrategias para la resistencia popular a las mismas. El presente artículo pretende dar unas pinceladas comparativas entre España y Grecia, como medio de reflexión sobre las imposiciones económicas desde Europa, el deterioro del bienestar de la población, la destrucción de servicios, y el peligro que representa el auge del fascismo.

ECONOMÍA

La coalición conocida como troika, formada por miembros de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, otorgó un crédito al estado español para el rescate de su sistema bancario. Se desembolsaron 40.000 millones de euros que los bancos (o en su defecto el Estado) deben devolver, además de estar sujetos a supervisión periódica para comprobar el saneamiento financiero. Aunque en 2012 hubo una segunda recesión, el gobierno de Rajoy ha realizado las draconianas reformas que han evitado de momento un rescate general para el que ya hay provisiones por valor de otros 60.000 millones de euros. Pero con una economía completamente estancada, ¿qué consecuencias tendría una nueva recesión o el incumplimiento de los objetivos marcados por la UE?

No debemos olvidar que en Grecia no dudaron en realizar una intervención económica directa sin respeto alguno por la soberanía del país, se impuso al presidente no electo Lucas Papademos, los “hombres de negro” tomaron temporalmente el ministerio de Economía y posteriormente han impuesto un sistema de supervisiones mensuales. La troika ha acordado dividir la cantidad total destinada al rescate de Grecia en tramos, desembolsando cuantías en función de su capacidad para doblegarse ante las políticas impuestas desde el exterior. Cada ola de despidos masivos va acompañada con recompensas de miles de millones de euros en préstamos para recapitalizar al estado griego y su banca.

El 13 de Enero Rajoy visitó Estados Unidos, acompañado por un amplio cortejo de grandes empresarios españoles, con la intención de animar a sus corresponsales americanos a invertir en la maltrecha economía ibérica, con promesas de baja fiscalidad y mano de obra barata. Unos meses antes, el primer ministro griego Antonis Samara realizó una incursión similar tanto en Estados Unidos como en China, en su caso para cumplir con los términos impuestos por el segundo rescate en 2012, que incluían que 19.000 millones de euros fuesen recaudados mediante la privatización de activos nacionales. Luxemburgo fue propuesto como base financiera y administrativa para las transacciones de venta de puertos, minas, ferrocarriles, edificios estatales e incluso parte del territorio nacional que pudiera interesar a inversores extranjeros. Esto es lo que le espera a aquellos que no puedan cumplir con las demandas del capital europeo. Se puede trazar una equivalencia todavía incipiente con el caso de España, donde se ofrecieron terrenos y recursos para el fallido proyecto corrupto de Eurovegas, consorcios sanitarios de capital extranjero se van apropiando de la gestión y servicios hospitalarios, o el SAREB (“banco malo”) contempla la venta de lotes de inmuebles a fondos de inversión mixtos. El “saneamiento económico” pasa por el desmantelamiento y venta a entes privados de recursos nacionales, es decir, renunciar a la soberanía para conseguir liquidez.

DESTRUCCIÓN DE EMPLEOS Y SERVICIOS

El brutal programa de austeridad diseñado por la troika contempla privatizaciones, EREs forzosos, recortes drásticos en los presupuestos de salud y educación y ataques directos a los salarios y a las modalidades de contratos. El salario mínimo en España está prácticamente congelado desde hace tres años en 645 euros y en Grecia se ha recortado de 740 a 510 euros al mes.

El 17 de Julio del año pasado, el parlamento griego aprobó un paquete de leyes que, entre otras cosas, trazaba el plan para eliminar 150.000 empleos públicos en el plazo hasta el fin de 2014. Previamente se había aprobado una ley para que estos despidos masivos se puedan realizar por decreto ministerial, evitando el escrutinio parlamentario. El sistema que se está empleando es mantener al cuerpo de funcionarios con un 75% de su salario durante un año, período durante el cual han de buscar trabajo en el sector privado antes de su despido definitivo. Esta es una técnica cruel para desmantelar los sistemas públicos, pero que habrá que recordar, pues no es descabellado pensar que se pueda reproducir en nuestro país.

La resistencia es irrenunciable, como indica el hecho de que desde 2008 los sindicatos griegos hayan convocado 35 huelgas generales. Un ejemplo laboral significativo se produjo el 11 de Junio de 2013, cuando la policía helena entró en los edificios de la transmisión estatal ERT, cortando la señal de sus tres canales televisivos y 26 emisoras de radio, acción acompañada por las notificaciones de despido para 2.868 trabajadores. El personal laboral decidió ocupar las instalaciones y seguir retransmitiendo vía satélite e internet hasta principios de Noviembre, cuando fueron violentamente desalojados por la policía. Una experiencia equivalente, aunque a menor escala, tuvo lugar tras el cierre del canal público de televisión de la Comunidad de Valencia.

DETERIORO DEL BIENESTAR DE LA POBLACIÓN

El robo institucionalizado que en los medios es denominado con el inocuo título de “crisis”, tiene consecuencias dramáticas para la población. Tanto España como Grecia muestran tasas de paro en los últimos dos años que oscilan entre el 25 y el 28%. Las políticas de austeridad se ceban con los jóvenes, que en España sufren un desempleo superior al 52%, y que ha provocado que desde 2008 más de 700.000 personas tengan que exiliarse por motivos económicos. Pero la situación puede agravarse y tensarse aún más, como demuestra el caso griego, donde los menores de 25 años tienen un paro que llega al 72.5% y las pensiones y salarios han caído una media del 40%. Otra característica común que se dispara es la cantidad de salarios impagados, ya que las empresas violan sus propios acuerdos contractuales haciendo que el peso de su pérdida de beneficios se repercuta automáticamente sobre los trabajadores. En Grecia, a más de 300.000 se les adeudan meses de salarios.

Según los estudios realizados por la British Medical Journal, las situaciones de desempleo, desahucio y exclusión social hicieron aumentar en Grecia la tasa de suicidio en un 24% durante los dos primeros años de la crisis-estafa y un 37% en los dos siguientes, llegando al nivel más alto en los últimos 50 años. Las mismas razones han hecho que en España el suicidio haya sustituido a los accidentes de tráfico como la mayor causa de muerte no natural, y los índices de tentativas de suicidio, cuadros de ansiedad y depresión por motivos económicos se hayan disparado.

Los estudios de la revista médica The Lancet y el libro The Body Politic: Why Austerity Kills, muestran los efectos devastadores de la crisis en la salud. En España, el aumento de las tasas de pobreza y pobreza extrema, junto con el cierre de centros clínicos y de plantas de hospital, la reducción del número de ambulancias y el hacinamiento de pacientes en los pasillos, ya se están cobrando sus primeras víctimas, como en el caso de las muertes denunciadas por médicos en el hospital Virgen de la Salud de Toledo. ¿Qué otras medidas antisociales podrían tomarse en el futuro? Miremos de nuevo a Grecia. Allí, tras 12 meses en paro se pierde el seguro médico y la pobreza y falta de recursos para pagar medicinas están haciendo que se retrasen visitas necesarias al médico. Por otro lado, los servicios de emergencias sólo abren cuatro días a la semana y las estanterías de los hospitales están desabastecidas de muchos productos indispensables. Como consecuencia del recorte en los programas de erradicación, la malaria ha reaparecido y es lógico pensar que los recortes están también detrás de que el número de infecciones por VIH se haya duplicado desde 2011.

No cabe duda de que la austeridad significa muerte, aunque todavía están por analizarse en nuestro país las consecuencias de los recortes en protección a los ancianos, a las mujeres maltratadas y la desinversión en el sistema público de sanidad.

AUGE DEL FASCISMO

La crisis genera un peligroso aumento de las expresiones de racismo y fascismo, a menudo alentadas desde las instituciones como medio para dividir a la clase trabajadora. Grecia es un ejemplo paradigmático, donde no se ha reaccionado hasta el asesinato del activista y artista de hip-hop Pavlos Fyssas, el 18 de septiembre de 2013. El evidente contacto entre los fascistas que ejecutaron el apuñalamiento mortal y la organización Amanecer Dorado, llevó a la detención dos días después de sus líderes y decenas de militantes, acusados de “conspiración criminal”. Una semana antes del asesinato de Pavlos, simpatizantes de Amanecer Dorado habían atacado a miembros del Partido Comunista de Grecia, siendo varios hospitalizados. Pero ¿cómo ha llegado el grupo fascista a imbuirse en las instituciones? ¿Cómo ha conseguido apoyos, financiación, armas y legitimidad en las urnas? ¿Qué síntomas debemos observar para evitar que se reproduzca en España algo similar?

En Mayo de 2009 Amanecer Dorado atacó brutalmente comunidades inmigrantes. Sin embargo, los cargos judiciales de incitación a la violencia recayeron sobre los antifascistas que llamaron a la movilización para defenderse de los ataques racistas. Esto demostró los apoyos con que contaban los fascistas entre la policía y elementos del sistema judicial. Amanecer Dorado se ha nutrido de la financiación de empresarios de astilleros y propietarios de embarcaciones, de millonarios que han transferido efectivo a las bandas fascistas. La alianza entre burguesía y fascismo tiene carácter histórico, y por ello también la Falange española ha admitido recientemente que hay empresarios entre sus militantes.

Asimismo, Amanecer Dorado ha utilizado el populismo para implantarse en barrios y comunidades de clase obrera, repartiendo comida a la par que propaganda racista y muestra de parafernalia militarista. Se contempla un reflejo de esta estrategia en la extrema derecha de Alcalá de Henares, que ha puesto en marcha un comedor social “sólo para españoles”. También se advierten algunos casos de intentos por parte de organizaciones fascistas de crecer haciéndose pasar por iniciativas populares, asociaciones estudiantiles o movimientos sociales. Estas fueron tácticas igualmente empleadas por la ultraderecha griega.

Amanecer Dorado creó coordinadamente con la policía redes de apoyo y extorsión a los negocios de inmigrantes, donde les acosaban y robaban dinero y productos. La permisividad de la policía hacia los ataques a inmigrantes y manifestantes, pasó a ser participación directa. Algunos miembros de las Fuerzas Especiales entrenaron a los pelotones de asalto de Amanecer Dorado, los cuales utilizaron estructura militar y cooperación policial para causar terror en comunidades de inmigrantes. En acciones estatales como la Operación Xenios Zeus, rodearon a miles de ellos y los hacinaron en campos de detención. Como prueba de su connivencia, uno de los detenidos por el asesinato de Pavlos Fyssas era un policía que trabajaba como guardaespaldas para los fascistas. La investigación posterior culminó con la suspensión de los jefes de las divisiones de fuerzas especiales, seguridad interna, crimen organizado, armas y explosivos, y grupos de respuesta rápida. En las redadas contra miembros de Amanecer Dorado, fueron halladas 4.000 armas en casa de un hombre de negocios colaborador de los fascistas.

Las redadas racistas continúan, así como sus horrendos campos de detención, como un medio utilizado por el Estado para fomentar la división racista y con ello debilitar la resistencia de la clase trabajadora. En el caso de España, empieza a verse un crecimiento de ataques a sedes, centros sociales y librerías de izquierda, junto con una promoción del fascismo en gimnasios, clubes de boxeo y tiendas de complementos militares, frecuentados por sectores de la policía. Con cierta analogía con Grecia, las fuerzas de seguridad del Estado atacan a los inmigrantes africanos en las colonias españolas de Ceuta y Melilla, usando gases, pelotas de goma, munición de fogueo y real.

A modo de conclusión y como se decía al principio, estas son unas notas de posibles comparativas que debieran ampliarse, con especial interés en Grecia, Italia y Portugal. Debemos hacer ese ejercicio para comprender las imposiciones económicas ejercidas en estos países y que se intentarán importar, las respuestas de la clase trabajadora de las que podemos aprender y las amenazas a las que nos hemos de anticipar. Sólo así seremos capaces de pasar de ser movimientos sociales defensivos, que reaccionan a los ataques recibidos, a ser ofensivos, mediante la lucha por la prevención de esos ataques y con capacidad para cubrir espacios con alternativas amplias. Es un medio más para impedir el avance de la extrema derecha, no dejando espacio social para que erradique la lacra del fascismo y denunciando este corrupto sistema capitalista, que opera como siervo de los intereses del capital europeo.